En Chipre, “tragedia” y “desolación” tras los incendios mortales

Temperaturas que alcanzan los 44 °C y fuertes vientos han convertido la isla de Chipre en una tormenta de fuego. Dos personas han muerto y una docena más han resultado heridas en los incendios que asolan el sur de la isla desde el miércoles 23 de julio.
«Esta es una catástrofe de grandes proporciones, una tragedia cuyas consecuencias serán difíciles de gestionar», lamenta el periódico O Phileleftheros , que titula su edición del día con las «horas de pesadilla» vividas en la isla de Afrodita. «Las llamas dejan tras de sí una desolación y un dolor indescriptible», subraya el periódico.
Se desataron incendios forestales en las afueras de Limasol, la segunda ciudad más grande del país, devastando más de 100 kilómetros cuadrados de tierra y 20 aldeas. «La gran pregunta es por qué no se pudo contener la devastadora trayectoria del incendio, que comenzó anteayer en la región montañosa de Limasol y llegó a Ypsonas», pregunta el principal diario chipriota.
“En pocas palabras, se plantea el problema de la gestión desde primera hora de la tarde del miércoles hasta altas horas de la noche, con un trágico saldo de dos vidas humanas perdidas, docenas de casas destruidas y una de las páginas más oscuras de la historia de Chipre en términos de incendios devastadores”, explica O Phileleftheros .
Las críticas abundan sobre las autoridades y los bomberos. "Ciudadanos, gracias a imágenes difundidas, mostraron a los bomberos en sus vehículos, sin hacer nada, mientras las casas estaban envueltas en llamas", escribe el diario. El jefe de bomberos declaró que la causa probablemente fue criminal, pero varios periódicos de toda la isla señalan la responsabilidad del estado.
"Si bien el gobierno considera que no es el momento de buscar a los responsables del mortífero incendio que asoló aldeas en la región montañosa de Limassol, las responsabilidades son insoportables", afirma O Politis , que titula la edición de hoy con el titular "Furia popular contra el Estado irresponsable".
«Los primeros informes apuntan a una estrategia destinada a ocultar la responsabilidad bajo las cenizas y la inmensa oscuridad que las llamas mortíferas han dejado sobre la tierra», denuncia el periódico. Los incendios se producen cada verano en esta isla del Mediterráneo oriental, especialmente vulnerable a las consecuencias del cambio climático.